La tecnología se ha convertido en un factor clave para la innovación, la productividad y la diferenciación de las organizaciones, pero también en un desafío para encontrar y retener el talento adecuado que pueda impulsar la transformación digital.
La formación de talento tecnológico es crucial para el futuro de las empresas, ya que les permite contar con una ventaja competitiva y adaptarse a los cambios del mercado. Las empresas que apuesten por formar a su talento tecnológico podrán mejorar su rendimiento, su innovación y su satisfacción laboral.
Pero, ¿cuál es la situación actual del talento tecnológico en España? Según los datos del INE, en 2021 había 72.444 empresas del sector TIC, con una cifra de negocios de 110.223 millones de euros y un valor añadido de 40.049 millones. El número de ocupados en este sector era de 564.137 personas, lo que supone un aumento del 2% respecto al año anterior.
Sin embargo, estos datos no reflejan la realidad del mercado laboral, ya que hay una gran escasez de profesionales cualificados en determinadas áreas tecnológicas. Según un estudio de Randstad, el 83% de las empresas españolas tiene dificultades para cubrir sus vacantes TIC. Las áreas más demandadas son las relacionadas con el desarrollo web, el análisis de datos, la ciberseguridad y la inteligencia artificial.
Esta situación se debe a varios factores, como la falta de formación específica, la obsolescencia de las competencias, la brecha de género y la competencia internacional. Según el informe de la Fundación Cotec, solo el 3,8% de los ocupados en España son especialistas TIC, frente al 4,8% de la media europea. Además, solo el 20% de estos especialistas son mujeres, lo que evidencia una importante desigualdad de género en el sector. Por otro lado, el 25% de las empresas españolas que contrataron o intentaron contratar especialistas TIC en 2022 tuvieron dificultades para encontrar el perfil adecuado, lo que supone un aumento del 6% respecto a 2021.
Estos datos muestran la necesidad urgente de formar y capacitar a más profesionales en el ámbito tecnológico, tanto para cubrir la demanda existente como para generar nuevas oportunidades de empleo y desarrollo. La formación de talento tecnológico no solo beneficia a las empresas, sino también a la sociedad en su conjunto, ya que contribuye al crecimiento económico, al bienestar social y a la sostenibilidad ambiental.
Fotografía tomada de: pexels.com – RDNE Stock project
Por todo ello, es imprescindible que las empresas, las instituciones educativas, los organismos públicos y los agentes sociales colaboren para crear un ecosistema favorable para el desarrollo del talento tecnológico. Algunas de las medidas que se podrían adoptar son:
- Fomentar el interés por las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) desde edades tempranas, especialmente entre las niñas y las jóvenes.
- Ofrecer una formación adaptada a las necesidades del mercado laboral, con una mayor orientación práctica y una actualización constante de los contenidos.
- Facilitar el acceso a la formación continua y a la recalificación profesional (Upskilling y Reskilling), mediante programas flexibles y personalizados que permitan compatibilizar el aprendizaje con el trabajo.
- Promover la movilidad geográfica y la internacionalización del talento tecnológico, aprovechando las oportunidades que ofrece el mercado global.
- Reconocer y valorar el talento tecnológico, mediante sistemas de certificación, acreditación y retribución justos y transparentes.
Las compañías deben, apostar por alternativas de formación innovadoras, como los bootcamps, Workshops o programas diseñados para sus necesidades específicas (In – Company programs). Por ejemplo, los bootcamps son programas intensivos de formación en un corto periodo de tiempo, que permiten adquirir o actualizar conocimientos y habilidades en áreas tecnológicas específicas. Estos programas son una opción muy atractiva para las personas que quieren acceder al mercado laboral rápidamente o cambiar de carrera profesional, así como para las empresas que necesitan talento tecnológico calificado y adaptable.
La formación de talento tecnológico es una inversión de futuro para las empresas y para la sociedad. Solo así podremos afrontar los desafíos que nos plantea la era digital y aprovechar sus ventajas, esto es uno de los pilares de Brain and Code, ayudar a cerrar ese Gap tecnológico que existe y poder dar una mano a las organizaciones para su crecimiento.
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