En el año 2007, Jeannette Wing revolucionó el panorama educativo y tecnológico al publicar su influyente artículo “Computational Thinking”. En este provocativo escrito, Wing abogó con vehemencia por la integración del pensamiento computacional como una competencia fundamental en la educación de jóvenes. Su premisa subyacente era que el pensamiento computacional no solo representaba una habilidad en sí misma, sino que también constituía un elemento esencial para el aprendizaje en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).
Ahora bien, es natural cuestionarse: ¿Qué se entiende exactamente por pensamiento computacional y por qué deberíamos prestarle atención?
El pensamiento computacional no se limita a ser una destreza técnica aislada o relacionada exclusivamente con la programación. Más bien, es un enfoque mental completo para abordar problemas y concebir soluciones, cimentado en los principios fundamentales de la informática. Aunque su aplicación es particularmente evidente en el ámbito de la programación, su alcance se extiende mucho más allá y encuentra relevancia en diversas situaciones y campos profesionales. En esencia, el pensamiento computacional se apoya en cuatro pilares: descomposición, patrones, abstracción y algoritmos. A través de esta perspectiva, adquirimos la capacidad de observar el mundo desde un punto de vista transformador y completamente nuevo.
- Descomposición: Supongamos que enfrentamos un problema de gran envergadura y complejidad. Aquí es donde entra en juego el pensamiento computacional, instándonos a descomponerlo en partes más pequeñas y manejables. Este enfoque nos permite analizar cada componente con mayor profundidad y resolverlos individualmente. Gracias a la descomposición, logramos una visión más nítida y detallada de la situación, permitiendo que todas las piezas se conecten de manera armoniosa para alcanzar la solución deseada.
- Patrones: En un entorno saturado de datos, la habilidad para reconocer patrones emerge como una competencia crítica para tomar decisiones informadas y anticipar tendencias futuras. Aquí es donde el pensamiento computacional juega un papel vital al instarnos a trascender la información individual y descubrir conexiones significativas entre los datos. Mediante la identificación de patrones recurrentes, somos capaces de extraer conocimientos valiosos y aplicarlos en diversas situaciones, mejorando así la calidad de nuestras decisiones y logrando resultados más efectivos.
- Abstracción: La abstracción nos brinda la capacidad de capturar la esencia de un problema al destilar los detalles innecesarios y concentrarnos en su núcleo esencial. Esta habilidad no está limitada al ámbito tecnológico, sino que se aplica igualmente a la resolución de problemas, al pensamiento creativo y estratégico en todas las facetas de la vida. Al simplificar situaciones complejas, ganamos claridad y perspectiva, lo que nos conduce a soluciones más efectivas y a una comunicación más precisa y accesible.
- Algoritmos: Los algoritmos constituyen la columna vertebral misma del pensamiento computacional. Representan secuencias de pasos lógicos que nos guían hacia una solución óptima. Aunque el término puede sonar técnico, su presencia es palpable en nuestra vida cotidiana. Desde seguir una receta culinaria hasta trazar una estrategia de negocios, los algoritmos nos proveen una hoja de ruta detallada para lograr objetivos de manera eficiente y efectiva.
En el ámbito laboral contemporáneo, las competencias en pensamiento computacional ejercen un impacto significativo al mejorar la competencia profesional y ser valiosas en prácticamente todos los sectores. Se convierten en una herramienta indispensable para abordar los desafíos que emergen en un mundo en constante transformación. Además, en el contexto empresarial, fomentan una mentalidad proactiva entre los empleados al enfrentar problemas y diseñar soluciones innovadoras. Esta disposición hacia la resolución de problemas se traduce en una mayor eficiencia y creatividad al tomar decisiones.
A través de enfoques como la descomposición y la creación de secuencias de pasos, esta perspectiva proporciona una metodología estructurada y lógica para resolver problemas. Facilita la capacidad de abordar desafíos complejos de manera sistemática y efectiva.
Red basada en el pensamiento computacional – Imagen tomada de: Pensamiento computacional y programación NO son lo mismo
Al adoptar este enfoque, desarrollamos una comprensión más profunda de qué aspectos de un problema pueden ser abordados mediante la informática. Esto nos ayuda a identificar oportunidades para optimizar procesos, aumentar la eficiencia y alcanzar resultados más satisfactorios.
Adicionalmente, esta perspectiva nos impulsa a aprovechar las técnicas computacionales de manera innovadora. Nos motiva a pensar creativamente y a idear soluciones únicas y vanguardistas para los desafíos que enfrentamos. En un mundo donde la tecnología continúa fusionándose con todas las facetas de la vida, el pensamiento computacional emerge como una habilidad esencial para navegar con éxito en esta nueva era de cambios constantes.
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Julio 2023